Un chico y una chica quedan para estudiar. La chica dice:
-Bueno, ¿por dónde empezamos?
-Podemos empezar diciéndote todo lo que te quiero. O mejor aun, empieza por mi cuello. Bésame y, mientras, te susurro al oído lo mucho que te amo, los años que llevo esperando este momento para estar a solas contigo. - le encantaría responder a el, pero contesta con un simple
- pues...por el principio.
Y así pasan la tarde, estudiando, uno al lado del otro. El chico intenta hacer como si nada, intenta guardarse sus sentimientos, porque sabe que ella tiene novio, y que es imposible que pueda fijarse en él.
Es una realidad universal. Ha pasado, pasa y seguirá pasando años y años.
ResponderEliminarPero el instante, ese momento, tiene una magia especial. Aunque después te tires de los pelos y digas: ¡Soy gilipollas!